No pasa nada: seguro que algunos representantes de las asociaciones de inmigrantes de La Rioja se seguirán haciendo fotos -y algo más de cara a las elecciones, no lo dudéis- con los jerifaltes del PP pese al discurso xenófobo y racista, clasista, intimidatorio, amenazante, confrontador que este partido político defiende en casi todas sus campañas electorales -en su mayoría y con honrosas excepciones- y lanza a diario por toda la geografia española y más especialmente allí donde no rasca forro para pelota. Donde gobierna, disimula.
Ahora no es un contrato, ilegal e irreal, que deberían firmar los inmigrantes que vienen (que ya no vienen) a trabajar (que ya no tienen trabajo) a España: el contrato de integración del PP (Ja, ja, ja). Ya no es la permanente unión de inmigración=incultura=delincuencia con que nos zumban los oídos un día si y otro también. Ya es la bomba: si, las bombas que tira la lideresa del PP de Cataluña (auténticamente tocada del ala) montada sobre una gaviota llamada pepe -por si había alguna duda- disparando sobre, entre otras lindezas, "inmigrantes ilegales" hasta su eliminación en un "divertido" video juego..
Edificante, si señor.
La verdad es que no se me alcanza qué más barbaridades se les ocurrirán -¡que se les ocurrirán seguro, y si no al tiempo!- pero tengo curiosidad por el silencio de aquellos que además de hacerse fotos con los consejeros y presidente del PP riojano, entre otros, tienen en sus colectivos personas, con sus papeles en regla o no, a los que la lideresa del PP de Rajoy dispara desde el aire hasta borrarlos de la faz de España en un videojuego al que invitaban a jugar a los visitantes de página web en Cataluña.
Yo, como emigrante y como inmigrante, y orgulloso de ser y sentirme riojano y español, me da vergüenza ajena.
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