... y sigue siendo cuestión de valores...

Siguiendo el anterior post, como derivada natural, me viene al pelo la visita de Jesús Caldera, ayer mismo, a Logroño. Vino a presentar la Fundación IDEAS para el progreso, y vino a hablar de los valores que nos diferencian a los progresistas y a los conservadores desde que el mundo es mundo. Explicó brevemente los motivos de la horrible crisis que estamos padeciendo, quienes son los inductores, quienes son los ejecutores y quienes son los beneficiarios; y ninguno de ellos está en la izquierda ideológica del mundo... ¿por qué será?

Me viene también como anillo al dedo el comentario de Santi Álvarez al post anterior, que relacionaba los valores intrínsecos del ser humano primitivo superponiendo poco a poco las normas sociales de convivencia a los instintos básicos irracionales que nos siguen adornando como especie a la primera que nos relajamos un poco.
Pero, para hablar de valores, o más concretamente de la falta de valores, de la falta de moral, de la ausencia de ética personal, de la ambición desbocada, está la sentencia de una jueza de Logroño absolviendo de toda culpa, sin dejar duda alguna en su auto, de las denuncias de dos voceras del PP contra Miguel González de Legarra y algunos trabajadores de la Fundación Logroño Turismo. Demoledora.
Tras un año de acusaciones infundadas, de ataques en lo político y en lo personal, sin piedad, por parte de Cuca Gamarra y de Mar San Martín, en el peor estilo posible, azuzadas por los que mandan de verdad desde el palacete de Vara de Rey, resulta que todo era un montaje más de esta derecha de instintos primitivos, de estos trogloditas sociales, para intentar desestabilizar al adversario político machacándolo en lo personal, incluso.
Estos son los valores de la derecha: el todo vale, el no hay límites, el lincha primero y luego ya preguntaremos, la ley de los salvajes brutos, de los primitivos, de la selva.
Me alegro por Mikel, pero más me alegro de que se haya desenmascarado a una embaucadora que desde hoy no se merece representar a esta ciudad de Logroño, y mucho menos aspirar a ser su Alcaldesa. No tiene ni principios, ni talla política ni altura personal para aspirar a ser la Alcaldesa de todos los logroñeses.
Por eso, esto va de valores...