Pizarro y el milagro de los panes y los peces.

Ya sabemos algo más: Rajoy no quiere que paguemos impuestos – y a cambio acepta que la inversión de los distintos Ministerios descienda a la mitad anual durante toda la próxima Legislatura- y su apuesta económica para gestionar la desinversión de su “futuro gobierno” –virtual, más que futuro, diría yo…- es ¡Manuel Pizarro, alias “Endesator”!
Fuera las caretas: ante la falta de ideas e iniciativas para proponer a los votantes eliminamos impuestos; más beneficios de nuevo para los más ricos y las grandes empresas, menos inversión pública, menos control a los defraudadores, y la llegada del neoliberalismo más “brutal” -adjetivo preferido de Arias Cañete el defenestrado- al Ministerio de Economía. Aparece de nuevo el PP de Aznar y Zaplana: el de los “amiguetes” y los pelotazos.
Me parece bien: fuera las caretas. Que los españoles elijan.
Pero, y ¿quién es este Manuel Pizarro?. Muy fácil, que no es nuevo. Lo podríamos apodar “ENDESATOR” debido a su última aventura empresarial al frente de una ya famosa Empresa Eléctrica que presidía. Este pajarito, ya conoceréis sus declaraciones sobre “ayuntamientos carnales no consentidos, abortos, etc…”, puede definir su trayectoria profesional, personal y política en pocas líneas; las siguientes.
Primer fundamento de su valía: es amigo de Aznar, que lo colocó en Endesa como controlador de la microempresa y bien que se vio en las OPAS de esta Legislatura. Segundo fundamento de su valía: cree en lo que cree el PP en economía; todo es bueno si ellos ganan. Tras meses bloqueando las distintas OPAS a Endesa por parte de empresas españolas el pajarito se sacó de la chistera una contraopa de empresas eléctricas extranjeras, infló el precio de las acciones y ¡Oh milagro! compró justo 4 días antes de la OPA 50 mil acciones embolsándose después 460.000 euros en plusvalías. No contento con ello, una vez ejecutada la OPA definitiva se fue de Endesa en loor de multitudes embolsándose a costa de los generosos accionistas nada más y nada menos que 15.000.000 de euros (2.500.000.000 de pesetas). Pues eso: un excelente economista… personal, claro.
Tercer fundamento de su valía: tendrá la cara dura que haga falta para defender pelotazos como los que ha realizado él en este último año y a la vez negará subir los salarios mínimos interprofesionales de 600 a 800 euros porque dirá que eso es inflacionista. Tendrá la cara dura de predicar la rebaja y eliminación de impuestos, que por cierto le vendrán estupendamente a él, mientras deje de financiar los planes de igualdad, el Plan de Vivienda del Ministerio, las rentas de emancipación para jóvenes, los cheques bebés, la Ley de Autonomía Personal y Dependencia, la reforma del Estatuto del Trabajador Autónomo, la red de alta velocidad ferroviaria, la modernización y ampliación de nuestros aeropuertos, la conclusión del Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte, la subida de las pensiones, el ahorro de la Tesorería de la Seguridad Social, etc, etc.
Lo hará, porque él, sus amigos del PP y cuatro más pagarán menos impuestos, gastarán más en propaganda para decirnos que su España va bien y como no podremos quejarnos porque volverá la soberbia y prepotencia del Gobierno que le colocó en Endesa, no tendrá que aguantar a españolitos y españolitas cabreados en la calle porque ya se encargarán de nuevo los telediarios teledirigidos de minimizar las consecuencias políticas y electorales…
¡Ay! El PP no puede evitarlo: la cabra tira al monte.