martes, 16 de septiembre de 2008

Un ultra en la calle Génova.

Se les acabó el giro al centro. Es más, diría yo, el giro fue de 360º y han vuelto por donde solían, es decir, de donde partían: de la extrema derecha más radical de Europa. Le Pen se siente plenamente identificado con el PP, ¡como no!, pero lo que Le Pen nunca osó decir, aunque lo pensara, es la barbaridad xenófoba, clasista y decimonónica del Sr. Rajoy refiriéndose al desempleo en España y a los inmigrantes que trabajan, o han trabajado, entre nosotros y que hoy, fruto de la crisis, han tenido que dejar de hacerlo.
Es ignominioso que su discurso fanático haya llegado a tal límite que el hecho de que existan inmigrantes cobrando en España subsidio de desempleo sea suficiente motivo para pedirle al Gobierno que los mande a vendimiar a Francia. Que los expulse por cobrar lo que la Ley les da derecho a cobrar por haber trabajado antes y cotizado a la seguridad social.

Es una vergüenza que este señor siga tan ufano, fumándose un puro, en su sillón aspirando a ser nuestro Presidente de Gobierno. Un Presidente español y racista.

Si estos inmigrantes están cobrando será sin duda porque han trabajado y han cotizado; si algunos españoles han decidido ir a vendimiar a Francia será porque cuando dejaron de hacerlo tenían un trabajo mejor o más estable, o en su casa... que es a lo que aspira cualquier inmigrante cuando, forzado por situaciones muy diversas, tiene que abandonar su país, a su familia y amigos y viajar a un lugar extraño a ocuparse de tareas que los nativos ya no quieren realizar.

Por eso, por racista, por derechón cavernícola, por clasista, este señor Rajoy debería irse a su casa y no salir más.

Aunque seguro que mañana, el otro, Mariano, saldrá diciendo que se le ha malinterpretado, que no quiso decir eso, que la culpa es de Zapatero. Como siempre.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Márchese, Señor Rajoy! (Don José Blanco, PSOE, dixit)

Cabaña Progresista dijo...

Esta es la auténtica derecha española estimado compañero, la de otras veces es simplemente un mal disfraz escogido para la ocasión (elecciones).
Mucho se hartó anoche el Alcalde de Madrid, Gallardón, de decir por activa y por pasiva que su partido es de Centro, que se habían apropiado del centro político español. Llegó incluso a responder a una pregunta de un invitado al programa, diciendo que Rosa Diez podía perfectamente enrolarse en el PP ya que ambos partidos eran idénticos en ideas y propuestas.
Con estas declaraciones de Rajoy queda todo bien clarito. Veremos a ver sino cambia su discurso, el día que los inmigrantes puedan votar masivamente por la ley de reciprocidad. Y sino me equivoco,en las próxima elecciones municipales, los ciudadanos rumanos (que no son pocos) y búlgaros, podrán ejercer su derecho al voto. Que vayan tomando nota.

Francisco Javier Rodríguez Peña dijo...

Lo de marcharse es una utopía como otra cualquiera. Pero a mi me duelen especialmente este tipo de comentarios racistas porque si los belgas, en los años 60 y 70 hubieran dicho y hecho lo mismo que predica Rajoy yo hoy no estaría aquí porque nadie le hubiera dado una oportunidad a una familia de inmigrantes españoles en Bruselas: la mía.
Por eso me escama. Y por cierto, ya se está retractando e intentando engañarnos una vez más con eso de "me han malinterpretado". Mentira, Sr. Rajoy, le hemos entendido muy bien a la primera.