Información S.A.

Curioso. Leer los suplementos de economía de los distintos diarios es simplemente curioso, además de instructivo.

Esclarecedor no, porque os propongo hacer una prueba: coged tres suplementos "salmón" de tres diarios diferentes. Obviamente diversificad la línea editorial: uno más progre y otros más conservadores (que son casi todos...). Escoged un tema, el que sea. Leed atentamente y ¡tachán, tachán! descubriréis que los tratamientos no se parecen en absolutamente nada, salvo en título del tema. Da igual que se hable de la subida del Euribor, de las hipotecas subprime, de la inflacción subyacente o del crash del ladrillo. Da igual, no coinciden en casi nada.

Así, también en la información macroeconómica cada vez se lleva más el opinar, según convenga "of course" al consejo de administración del medio en el que se escribe, que informar. Estamos en un país de "opinadores" profesionales (puesto que cobran por ello) que prefieren influir marcando tendencia y "dirigir" el pensamiento que dar veracidad a una información transformándola en noticia per se.

Ya no me extraño de la cantidad ingente de estupideces sin sentido que escriben a diario algunos periodistas, dejando entrever más sus filias y fobias que el tratamiento de una información de tal o cual manera. Ya no informan, directamente fabrican una opinión y nos la venden como noticia. Es muy triste, porque es muy fácil descubrir el motivo y el fin de dicha actuación.

Ahora, y debido a esta nueva manera de leer prensa que no es otra que la de poner en duda TODO lo que se escribe buscando el motivo y el fin y no el significado de lo expuesto -que ya es triste- , ahora, repito, tampoco leo las páginas salmón con reverencia o, al menos, con cierto respeto: hoy, lo de Martinsa, por poner un ejemplo, en algún medio es una "putada" a un ejemplar empresario inmobiliario hecho a si mismo, sin yate ni avión, casi espartano, y en otros es el justo castigo fruto del atrevimiento y la desfachatez de un advenedizo de pueblo que ha jugado a hacerse multimillonario en una década y ha perdido por incompetente, por iluso y por no pertenecer a esa élite que con o sin crisis siempre sale a flote haciendo pingües negocios.

Luego, busco la composición de los distintos consejos de administración de los medios en cuestión(Internet es lo que tiene) y ya pillo a la primera cada una de las afirmaciones de los plumillas de turno dorándole la píldora a los patronos que les firman el cheque a fin de mes. Puro negocio este de la Información S.A.