Hoy todo lo acapara el éxito de la selección nacional de fútbol, que en un excelente partido se ha proclamado campeona de Europa frente a una sorprendente, por cohibida o apocada, Alemania.
No quisiera convertir la reflexión que sigue en un post patriotero de forofo, si no más bien en la plasmación de un cambio que llevo años, pocos aún, advirtiendo en nuestra sociedad.
Hoy ondean las enseñas nacionales sin que a algunos nos rechinen los dientes, tan acostumbrados estamos a verlas en las manifestaciones del PP, de los Obispos o de la AVT contra el gobierno socialista de Zapatero: esto ya es significativo. Tenemos algún motivo más que hace unas semanas para calzarnos "la roja" y pasear con ella puesta sin que automáticamente nos llamen facha... ya es otro buen motivo.
Y además del éxito deportivo, uno más en estos magníficos últimos años, el cambio más significativo que yo observo es casi sociológico: ya no venden el pesimismo, el miedo, los complejos, las excusas históricas... pero tampoco vende la victoria por la victoria. Los españoles de hoy queremos ser respetados como un pueblo moderno, emprendedor, luchador, solidario, a la vanguardia de los tiempos, dinámico y respetuoso con los demás. Y cuando hemos conseguido que no dé igual cómo ganar, si no que queremos ganar bien, haciéndolo bonito, con calidad, con trabajo, como colectivo y no como unión de individualidades, con respeto al adversario, con orgullo de saber que lo que hacemos es correcto ganemos o no, es lo que yo percibo como cambio sustancial de nuestra sociedad. Sin complejos pero con respeto.
Y extrapolando estos sentimientos colectivos a la política, este modelo de País donde la ciudadanía en colectivo reconocible quiere mejorar, pero no a costa de otros o a costa de lo que sea, reconozco al País que los socialistas queremos desarrollar; porque creemos de verdad que se puede estar a la vanguardia sin humillar a nadie, sin despreciar a otros, trabajando conjuntamente, siendo solidarios en los esfuerzos y en los éxitos... y este cambio de las megaestrellas que se lo quedan todo, a colectivos de estrellas con un objetivo común que sacrifican su propio brillo por un bien colectivo es un cambio que a mi, personalmente, me agrada mucho.
Ánimo en el esfuerzo, que estamos creando una buena sociedad.
1 comentario:
Hola Fran:
Sabes bien de mi afición por la selección...
Desde muy pequeño recuerdo las hazañas de nuestros futbolistas con la lejanía que te dan las imágenes grabadas en la retina de la infancia...
Recuerdo vagamente los partidazos del 84 y el fallo de Arconada.
Recuerdo como "El buitre" en México 86 nos hizo vibrar con su estelar intervención contra la "dinamita Roja", en una madrugada interminable junto a mi familia y mi perrita Roda... aunque España acabara su participación en el mundial con el penalti de Eloy...
A Michel gritando "me lo merezco!"
Las de Caminero en el mundial del 94, que se remachó con el fallo de Salinas o los penaltis contra Inglaterra (los penaltis otra vez...)
El gol de Alfonso en el minuto 95 contra Yugoslavia...-¡Ha marcado Alfonso!-gritaba José Ángel de La Casa... (luego Raúl falló un penalti -Otra vez los penaltis!
Joaquín contra Corea... (no lo voy a volver a decir)-
Un sentimiento de derrota y resignación se había instalado en los españoles ante los grandes eventos de la selección. Sin embargo pasara lo que pasara, de manera incondicional siempre estábamos algunos, que aunque supiéramos que España volvería a ser eliminada con certeza matemática, apoyaríamos a la selección.
Pero llegó una nueva generación de futbolistas geniales, sin complejos (casi todos nacieron después del golpe de Tejero), que no han jugado "al marro" o a "las chapas" y si lo han hecho a "la Play". Que no buscan en la enciclopedia sino en Internet.. y que han maravillado al mundo entero bla bla bla... no voy a redundar.
Todo esto para decir que los éxitos se consiguen con ilusión y esperanza, la fusión entre el sentimiento de apoyo incondicional (en las duras y en las maduras), el talento y la falta de complejos para ganar el futuro. Que sobra el oportunismo y las viejas recetas. Que esta sociedad es distinta a la de hace 20 años, que estamos hartos del sabor a derrota y las reprimendas de los sabios que atesoran las esencias de no se que principios pervertidos..(digo esto pero hago lo otro…).
Que los riojanos hemos de decidir entre lo uno o lo otro, el futuro o el pasado, la España de la resignación o la de la falta de complejos….Yo quiero gritar GOOOL
Julian
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