Y ahora creo que es el momento de planteárselo en serio a la cúpula de la Iglesia Católica: debemos encaminarnos al precepto constitucional que afirma la laicidad del Estado español y que recoge el propio concordato con la Santa Sede. La Iglesia Católica debe dejar de depender de los impuestos de los españoles.
Desde el lado laico de este pensamiento colectivo es conocido sobradamente el argumentario sobre el que sustentar la afirmación de cese de financiación, directa o encubierta, de la Iglesia Católica. Pero desde el pensamiento cristiano también existen argumentos a tener en cuenta para proponer la suspensión y eliminación del concordato con la Santa Sede: una Iglesia no puede ser del todo libre si depende económicamente de subvenciones oficiales; una Iglesia no puede acometer su fin primigenio, la evangelización, si anda más ocupada en hacer política para asegurarse la financiación que en su labor pastoral, evangelizadora o asistencial, como predica su credo; una Iglesia, moralmente, no puede cargar contra la mano que le da de comer, porque tarde o temprano -y yo creo que ha llegado el momento- esa mano deja de traer comida hastiada de tanto bocado; y finalmente, una Iglesia no puede pecar diariamente contra su doctrina por defender política y públicamente con argumentos falaces e hirientes, o de forma poco caritativa, una línea política que muchos de sus fieles no sólo no comparten si no que además condenan, con el único fin de mantener vivas sus doctrinas morales más discutidas, su influencia en el sistema educativo español y sus finanzas, abandonando y dificultando con su actitud prepotente y doctrinariamente beligerante su labor pastoral y caritativa-asistencial.
Por ello apuesto por que se abra un debate a fondo sobre la necesidad de liberar a la Iglesia Católica española del yugo que suponen los millones de euros que los españoles no católicos practicantes nos vemos obligados a abonarle, de forma directa o a través de subvenciones encubiertas, por un contrato draconiano que muchos no firmamos. Ahora es un buen momento, ¿no creen?
4 comentarios:
Estoy en total acuerdo con lo manifestado.
En mi condición de Católico responsable lo entiendo y lo comprendo. Y digo esto cuando el Sr. Arzobispo de Valencia Garcia-Gasco manifiesta "Nos dirigimos a la disolución de la Democracia" en campaña electoral y sin motivo aparente (no entiendo nada).
Cuando en mi condición de padre(creo responsable) se me dice que atento contra la familia. Cuando Rouco...Camino...Garcia Turza...dicen lo que dicen.!!! Qué se dediquen a las cosas de Dios y los políticos a la política!!!
Ah, y perdonad ¿De qué disolución de la Democracia me habla el Sr. Gasco cuando en el pórtico de la Iglesia de nuestro pueblo (Cuzcurrita), continua la placa de la inmoralidad, el fascismo y la indignidad humana? Cuando con todo el decoro del mundo se ha solicitado retirarla para precisamente fortalecer los valores DEMOCRÁTICOS Y CONTITUCIONALES ante la incostuticionalidad que representan estos símbolos.
No nos puede dar igual tengámoslo claro:
--ELLOS NO PASAN--
continuarán.
No tengo nada que añadir. Totalmente de acuerdo, Fran.
Un abrazo!
Muy bien escrito chaval, con estos la lleváis clara.
Seguid así.
Estos trabajan media hora al día y con vino.
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